miércoles, 5 de octubre de 2011

Pajaritos

Cuánto estoy aprendiendo, desde que tengo este blog. Me ha dicho un pajarito que los blogs no deben tener entradas largas, que deben incluir más gadgets y enlaces y que un blog sin facebook ni twitter está muerto. Vale.



Otro pajarito me aseguró ayer que hacer bromas con la portada de Beigbeder o criticar a Espido Freire porque hable de sus trapitos y de cómo se premia con un Channel cuando consigue un “logro personal”  demuestra que soy un lector antediluviano, un resto de serie del siglo XX con prejuicios y resistencias dignos de un Adorno (en versión lega, se entiende). Cuando lo dicen los pajaritos, que lo saben todo, algo de verdad habrá…

Hace un rato, en el colmo de mi desesperación, me ha soltado un tercer pajarito que modere mi escepticismo sobre la red mientras esté en la red, algo así como si no pudiera criticar algo de mi ciudad o mi país si no emigro antes, o mejor, como si no pudiera criticar otra ciudad mientras estoy allí (porque estoy allí), en fin, como los gilipollas que dicen que los inmigrantes no tienen derecho a quejarse de nosotros o de nuestro país porque han venido.

 ¿Será mala señal tener el escepticismo digital del mismo tamaño que el analógico? Ya hablamos aquí de un aspecto del tema, pero, además, no sé por qué debería cubrirme de una inocencia que no tengo en el mundo real. Un ejemplo: hace poco, Alberto Olmos seleccionaba lo que consideraba esencial “en la circulación del hecho literario en Internet” y utilizaba como uno de sus criterios el número de comentarios de los blogs, y, supongo, sus visitas. A ver si lo entiendo… los best-sellers en papel son basura en su mayoría, y su popularidad no los dignifica (de hecho, a menudo, parece que los estigmatiza), pero un blog muy visitado y con más de cien comentarios al día merece atención o respeto, aunque sea una puta mierda con menos interés y escrita mil veces peor que el peor de los best-sellers. Y oye, que no hay nada que objetar a los blogs que tienen cientos de comentarios, nada que objetar a su popularidad. Mejor para ellos, pues de crear lazos, sentirse arropado, “expresarse” y afianzar la autoestima se trata básicamente en la mayoría de los casos, y lo logran. Chapeau. Ahora bien, con todo el respeto a Olmos, que nos ha hecho y nos hará pasar muy buenos ratos, la literatura es otra cosa, y no puede medirse por el número de usuarios únicos ni por la cantidad de comentarios. El Gran Gatsby y Ulysses se publicaron el mismo año, pero solo cuatro se enteraron, porque la gente compraba por miles las novelas infumables de Hutchinson. Y, para terminar de quedar como un neandertal: ¿alguien en serio cree que los poemas imprescindibles o los cuentos brillantes que alguien esté publicando en su paginita desde, pongamos, Cuenca, recibirán la atención que merecen? ¿Que podrá ser tan visible como Luna Miguel, como Fernández Mallo? ¿Alguien cree que si Beckett escribiera hoy algo tan radical y exigente como Molloy o Malone muere podría publicarlo? Y si lo hiciera en Internet, ¿cuántos comentarios tendría?, ¿cuántos usuarios únicos?, ¿cuántas visitas?

 Lo sé, lo sé perfectamente: hoy me he vuelto a poner demasiado serio. Hago propósito de enmienda para la próxima entrada y, de momento, me impongo un castigo severo: empiezo a flagelarme después de comer. Es que ahora tengo que ponerme a cocinar…Hoy, mi chica y yo comemos pajaritos fritos. Con un Monastrell, cojonudos.

8 comentarios:

  1. 1º.-Los pajaritos no hablan ni dicen nada, salvo las cotorritas de Kramer (argentinas, claro) que se han asilvestrado y llenan los parques de las ciudades españolas. O sea, que no te lo ha dicho un pajarito, sino una cotorrita asilvestrada. un poco de precisión zoológica

    2º) (Y ahora en serio, parece que es ley que la ironía se percibe mal en la red): estoy muy de acuerdo con el argumento con el que rebates el planteamiento del casi siempre agudo Olmos.

    3º) Coincidencias: en el penúltimo post mío hablo precisamente de la sanción de los comentarios para los blogs. Especialmente interesante el debate y comentarios que a su evz provocó.

    ResponderEliminar
  2. Entono ya el mea culpa de ignorancia ornitológica, y he leído esta mañana tu post y he hecho un brillante, a la par que alegre y juvenil, comentario retardado (más vale tarde que nunca). Yo también agradezco los comentarios, aunque sea este un blog con un propósito más limitado y con ¡once seguidores, once!, es decir, humildérrimo. Eso sí, con tanta mala leche como el más pintado de la red.

    ResponderEliminar
  3. No tan humildérrimo, Preocupín. Hay una categoría que no contemplas, la de seguidores que no han accedido aún, de la que seguro que no soy único miembro. Un seguidor de facto por culpa de la pereza. A ver si mañana me pongo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Preocupín:

    He leído esta entrada con interés, y me gustaría decirte que comparto las reflexiones que haces aquí sobre lo del número de comentarios de un blog, por ejemplo.
    También me he quedado con una duda que me gustaría preguntarte por si apetece contestarme ¿cómo es eso de que un blog sin facebook o twitter está muerto?
    He visto en tu blog y en otros los iconos de facebook o twitter debajo de las entradas y la verdad es que hasta ahora no sabía por qué han empezado a aparecer por los blogs ¿me podrías contar, en resumen, para qué sirven? Me parece que como casi siempre me estoy quedando obsoleto.

    Gracias por adelantado
    David

    ResponderEliminar
  5. David, los iconos que aparecen son únicamente una opción de blogger para que quien quiera pueda compartir en su facebook una entrada del blog. A lo que me refería más bien es a tener en paralelo actividad en Twitter y Facebook que complementa /refleja el blog. En muchos casos aparece en la columna de la derecha, entre los widgets, y es una vía más de promoción/visibilidad/actividad, que, dicen algunos, es fundamental. A mí, plin. Creé una cuenta de Fb para Regardé que nunca he puesto a funcionar (falta de tiempo, pereza) y que se quedará tal cual, en vía muerta. Twitter no sé ni cómo funciona, trato de que los palabros (hagstad o algo así, trending topic, etc.) me sigan sonando a chino... Por estar "desfasado" no te preocupes, en el próximo DRAE aparece Preocupín como sinónimo.

    ResponderEliminar
  6. Hola Preocupín:

    Gracias por contestar:
    Así que habría que crear una cuenta en facebook para el blog ¿y no vale tu perfil de facebook, el que pones las fotos del viaje a Canarias? y la verdad es que lo del Twitter lo he oído alguna vez, eso de que este escritor está muy activo en twitter..., pero no sé nada de eso, de hecho he oído que es como un blog en 160 caracteres y me parece que ahí no cabe nada...

    No sé, yo ya me pensé bastante lo de abrir un blog por el tiempo que me iba a llevar, y al final lo hice y me resulta grato comentar lo que leo, pero ya si tengo que dedicarle más tiempo a facebook u otra cosa, es que no llego.
    Con lo de trabajar de profe, corregir exámenes, ver a la familia/amigos, y sacar tiempo para leer o escribir... es que no puedo con más.

    ¿Y el icono ese de abajo del las entradas es útil, es que tengo curiosidad y lo busco en "añadir un gaget y no sé dónde está, de dónde lo sacais?

    un abrazo
    David

    ResponderEliminar
  7. De acuerdo en que la vida es ya bastante complicada sin Twitter o Fb. Además, tanto escribir -insustancialmente, se entiende, que es la tónica de las redes- quita el tiempo para leer, que es lo que nos trajo aquí. El icono lo seleccioné con las opciones de configuración del blog, pero no recuerdo cómo. Lo buscaré en cuanto tenga un rato y te lo digo. Un abrazo.

    ResponderEliminar